Las malas compañías corrompen los buenos hábitos.
Unos soldados que eran amigos fueron juntos a la guerra, y solo uno de ellos regresó: Mi amigo no volvió del campo de batalla, Teniente. Solicito permiso para ir a buscarlo, dijo un soldado a su superior.
Permiso denegado, replicó el oficial. No quiero que arriesgue su vida por un hombre que probablemente ha muerto. El soldado no hizo caso a la prohibición, salió, y una hora más tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo. El oficial estaba furioso:
¡Ya le dije yo que había muerto! Dígame, ¿merecía la pena ir allá para traer un cadáver? Y el soldado, moribundo, respondió:
¡Claro que sí, señor! Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme: '¡Estaba seguro que vendrías!'.
¡Cuán importante es escoger bien con quienes vamos a hacer el viaje de nuestra vida! Muchas veces estamos rodeados de personas que influyen negativamente en las circunstancias que nos rodean, en los pensamientos, en las maneras de hablar y de hacer las cosas. Tenemos que escoger bien con quiénes vamos a transitar el camino de la vida. Usted es la única persona que puede decidir acerca de quién influenciará su vida. Si tu estas rodeado de personas altaneras y orgullosas, al tiempo tu también seras igual. Es importante escoger bien a nuestros amigos. Tenga cuidado con las influencias que está dejando entrar a su espíritu y a su corazón.
Job se llevó una sorpresa con los amigos que tenía. El consejo que recibió de ellos fue: «Abandona a Dios». Cuando tus amigos te aconsejen algo en contra de Dios, es tiempo de cambiar de amigos. Las malas compañías corrompen los buenos hábitos. Cuanto más tiempo pasemos con ellos, más nos pareceremos a ellos.
Para saber cómo escoger amistades debe responderse algunas preguntas:
1. ¿Cómo hablan mis amigos? «El ungüento y el perfume alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al hombre» (Pr 27:9). Si las palabras que su amigo habla son de bien es porque hay cosas buenas en su corazón. Si su amigo habla mal es porque algo anda mal en su corazón. Jesús declaró esto al decir: «De la abundancia del corazón habla la boca» (Mt 12:34). Reúnete con amigos que tienen el bien en su boca.
2. ¿Traen mis amigos un buen informe? Cuando estoy con ellos, ¿me hablan cosas buenas o negativas? Una vez Dios usó a mi esposa para llamar mi atención sobre un asunto. Yo tenía un grupo de amigos que cada vez que estábamos juntos me decían: «Marcos, como te queremos tanto debemos decirte esto», y procedían a decirme algún chisme, informe negativo o ambas cosas. Entonces comenzaba a sentirme mal después y le contaba a mi esposa Miriam lo que me habían comentado «mis amigos». Un día, ella, con su vocecita tierna me dijo: «Marcos ¿no te has dado cuenta que siempre que te juntas con ellos te traen un informe negativo?». Entonces, caí en cuenta y dije: «Es verdad». Empecé a enterarme que necesitaba tomar distancia de esos amigos. Poco a poco se fueron alejando, y gracias a Dios ya no recibí más esos informes negativos.
3. ¿Manifiestan mis amigos la paz de Dios? Cuando tus amigos llegan a su casa ¿traen consigo tranquilidad y paz o vienen acompañados de una nube negra con rayos y centellas? Tu conoces esa gente que entra a su casa y al instante empieza a tronar y relampaguear. Si cuando tu abres la puerta para que ellos entren, junto con ellos entra una brisa fresca de paz a la sala de su casa, esa es la gente con la que tu debes reunirte. Esa es gente buena.
4. ¿Cómo puedo saber qué clase de amigos tener? La respuesta la hallará en Mateo 7:17-20. Jesucristo dijo: «Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis».
Reúnete todas las veces que le sea posible con gente de paz que tiene los frutos del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, mansedumbre, templanza, es con quienes tiene que juntarse. Esa gente es buena influencia. Tal vez hay gente de la que necesita tomar distancia. Pídele al Señor que te dé la oportunidad de poder hacerlo.
Unos soldados que eran amigos fueron juntos a la guerra, y solo uno de ellos regresó: Mi amigo no volvió del campo de batalla, Teniente. Solicito permiso para ir a buscarlo, dijo un soldado a su superior.
Permiso denegado, replicó el oficial. No quiero que arriesgue su vida por un hombre que probablemente ha muerto. El soldado no hizo caso a la prohibición, salió, y una hora más tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo. El oficial estaba furioso:
¡Ya le dije yo que había muerto! Dígame, ¿merecía la pena ir allá para traer un cadáver? Y el soldado, moribundo, respondió:
¡Claro que sí, señor! Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme: '¡Estaba seguro que vendrías!'.
¡Cuán importante es escoger bien con quienes vamos a hacer el viaje de nuestra vida! Muchas veces estamos rodeados de personas que influyen negativamente en las circunstancias que nos rodean, en los pensamientos, en las maneras de hablar y de hacer las cosas. Tenemos que escoger bien con quiénes vamos a transitar el camino de la vida. Usted es la única persona que puede decidir acerca de quién influenciará su vida. Si tu estas rodeado de personas altaneras y orgullosas, al tiempo tu también seras igual. Es importante escoger bien a nuestros amigos. Tenga cuidado con las influencias que está dejando entrar a su espíritu y a su corazón.
Job se llevó una sorpresa con los amigos que tenía. El consejo que recibió de ellos fue: «Abandona a Dios». Cuando tus amigos te aconsejen algo en contra de Dios, es tiempo de cambiar de amigos. Las malas compañías corrompen los buenos hábitos. Cuanto más tiempo pasemos con ellos, más nos pareceremos a ellos.
Para saber cómo escoger amistades debe responderse algunas preguntas:
1. ¿Cómo hablan mis amigos? «El ungüento y el perfume alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al hombre» (Pr 27:9). Si las palabras que su amigo habla son de bien es porque hay cosas buenas en su corazón. Si su amigo habla mal es porque algo anda mal en su corazón. Jesús declaró esto al decir: «De la abundancia del corazón habla la boca» (Mt 12:34). Reúnete con amigos que tienen el bien en su boca.
2. ¿Traen mis amigos un buen informe? Cuando estoy con ellos, ¿me hablan cosas buenas o negativas? Una vez Dios usó a mi esposa para llamar mi atención sobre un asunto. Yo tenía un grupo de amigos que cada vez que estábamos juntos me decían: «Marcos, como te queremos tanto debemos decirte esto», y procedían a decirme algún chisme, informe negativo o ambas cosas. Entonces comenzaba a sentirme mal después y le contaba a mi esposa Miriam lo que me habían comentado «mis amigos». Un día, ella, con su vocecita tierna me dijo: «Marcos ¿no te has dado cuenta que siempre que te juntas con ellos te traen un informe negativo?». Entonces, caí en cuenta y dije: «Es verdad». Empecé a enterarme que necesitaba tomar distancia de esos amigos. Poco a poco se fueron alejando, y gracias a Dios ya no recibí más esos informes negativos.
3. ¿Manifiestan mis amigos la paz de Dios? Cuando tus amigos llegan a su casa ¿traen consigo tranquilidad y paz o vienen acompañados de una nube negra con rayos y centellas? Tu conoces esa gente que entra a su casa y al instante empieza a tronar y relampaguear. Si cuando tu abres la puerta para que ellos entren, junto con ellos entra una brisa fresca de paz a la sala de su casa, esa es la gente con la que tu debes reunirte. Esa es gente buena.
4. ¿Cómo puedo saber qué clase de amigos tener? La respuesta la hallará en Mateo 7:17-20. Jesucristo dijo: «Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis».
Reúnete todas las veces que le sea posible con gente de paz que tiene los frutos del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, mansedumbre, templanza, es con quienes tiene que juntarse. Esa gente es buena influencia. Tal vez hay gente de la que necesita tomar distancia. Pídele al Señor que te dé la oportunidad de poder hacerlo.