La estructura de una represa puede ser de las más modernas; pero sin la fuente de agua que fluye por la represa, cualquier estructura sería inútil; no produciría electricidad.
Como una represa, tú tienes una fuente de poder a tu disposición que te dará energía y fortaleza para cumplir tu compromiso de vivir para Dios. Ese poder es el Espíritu Santo.
Sin la ayuda del Espíritu Santo, cualquier esfuerzo tuyo será exactamente eso: un esfuerzo tuyo, débil y humano.
Pero con el poder del Espiritu Santo, tu vida podrá generar una fuerza increíble y podrás ser de
Gran Bendición para los que te rodean.
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