miércoles, 22 de marzo de 2017

Dile SI al maquillaje DIY para el día de tu Boda


Muchas mujeres recurren a esteticistas para el maquillaje del día más importante de su vida. Esto es una buena idea, pero nosotras también estamos a favor de que tú misma te hagas tu make up de novia. Te explicamos por qué y cómo conseguir resultados profesionales en casa.
Nadie te conoce tanto como tú misma. La mayoría de nosotras tiene nociones básicas de maquillaje y además lo controla bastante bien. Por mucho que un profesional sea experto en la materia, nadie conoce tan bien tu rostro, tus facciones y tus puntos fuertes y débiles como tú misma. Por eso te instamos a que confíes en tus capacidades y te atrevas a diseñar un look para el día B.
Es una opción económica. Existen muchas maneras de ahorrar en los preparativos de un matrimonio y esta es una de ellas. Los productos en los que inviertas no van a costar tanto como la sesión en el centro de estética (adonde tendrías que acudir dos veces, una como prueba y otra el mismo día). Además, en casa podrás hacer tantos ensayos como quieras y una vez pasado el enlace podrás seguir utilizando esos cosméticos hasta que se gasten. Es una inversión.
Y también es una opción muy divertida. Maquillarse no es sólo algo individual, es algo social. Queda unos días con tus amigas, otros con tus primas, hermanas y con tu madre y haceros juntas pruebas de make up, ellas como invitadas y tú como la protagonista. Intercambiaréis opiniones, podéis ayudaros las unas a las otras y será sin duda una experiencia muy entretenida y relajante en medio del estrés de la organización de la celebración.
Puedes hacer tantas pruebas como quieras. Como te decíamos, no estás limitada a única prueba de maquillaje. Tienes todo el tiempo del mundo para ensayar, comprar otro producto si uno te ha decepcionado, probar algunos más difíciles de aplicar como sombras en crema o pintalabios de acabado mate… No tengas miedo a experimentar y combinar.
Reflejarás tu personalidad en el maquillaje. Igual que a veces vamos a la peluquería con miedo a que nos corten más de lo que pedíamos, corremos el riesgo de que el esteticista nos maquille como marca el estándar clásico: como una novia de cara lavada. ¿Y si tú quieres llevar los labios rojos? ¿Si te apetece ponerte unas imponentes pestañas postizas? Con esto no queremos decir que debas ir muy recargada: has de encontrar un equilibrio, poniendo como punto fuerte tu mirada o tu sonrisa, iluminando adecuadamente el rostro y obteniendo un resultado personal y a tu gusto.
Irás a tu propio ritmo. Con un make up DIY no estás supeditada a un horario estricto en el que tienes que ir al centro de belleza y luego ir por la calle con temor a que la lluvia o el sudor arruinen cualquier detalle. Estarás en tu casa, con tu ropa cómoda y en la compañía de alguna persona de confianza que pueda echarte una mano si lo requieres. Asegúrate de llevar a cabo un ritual de limpieza e hidratación antes de comenzar con la elaboración del look, del que ya te sabes el orden de memoria: prebase, corrector, la base y, después, el resto del maquillaje propiamente dicho.
Los retoques serán más fáciles. Como tú misma sabes lo que te has puesto, también sabrás cómo retocarlo durante el día. Lleva un kit con los cosméticos que has usado y algunos productos a prueba de imperfecciones de última hora. Estarás radiante desde el primer momento hasta el último.

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