Atraída por el Mundo
La mayoría de las mujeres de estos estudios bíblicos son buenos ejemplos a seguir. También hay algunas que erraron en su juicio o que simplemente fueron rebeldes. Nos enseñan lo que no debemos hacer. Dina es uno de estos casos. Como hija de Jacob y Lea, pertenecía a una familia con la cual Dios había hecho pacto de bendición. Las doce tribu de Israel descendían de sus hermanos.
¿En qué falló Dina?
Durante el período en que su familia viajó desde Padan-aram a la ciudad de Siquem en Canaán, Jacob su padre, le compró un lote de terreno a Hamor, principe de Siquem. Una vez que se instalaron, Dina decidió ir a ver qué tal era la vida en Siquem. Esta curiosidad les causó muchos problemas y angustia tanto a ella como a su familia. Lo puede leer en Génesis 34:1-2.
Estoy segura que cuando Dina dejó su casa para irse a ver la ciudad, fue por curiosidad natural. Era la única mujer en una familia de once hermanos. Ir sola y sin protección a una ciudad desconocida fue imprudencia.
Cuando Dina se apareió sola en Siquem, de inmediato se convirtió en un objetivo para los hombres.
La Biblia dice que el hijo de Hamor "la vio y la tomó". Algunos eruditos creen que la palabra "la tomó" en el idioma hebreo del Antiguo Testamento implican que Dina fue tomada por la fuerza y violada.
La ira de los hermanos de Dina
La Biblia relata que el hombre que tomó a Dina se enamoro y quiso casarse con ella, entonces la pidieron a Jacob su padre, pero llegaron a un acuerdo. El acuerdo era que se circuncidara todo varon de Siquem ya que tambien ellos querian por mujeres a las Israelitas. El dia que dolia mas la circuncisión los heramos de Dina cobraron venganza donde murieron muchos de la ciudad de Siquem. Lo puedes leer en Génesis 34:24-27.
Lección de la vida de Dina
El viaje de Dina a la ciudad, no solo le costo su virginidad, sino también las vidas de muchas personas de Siquem. Fue deshonrada como si fuera una ramera y el hombre que la violó murió.
Aquí debemos aprender que la curiosidad siempre se va a levantar para inquietarnos en nuestras vidas, eso no es pecado ni hace daño lo que lastima y daña es ser movidos por esa curiosidad.
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